sábado, 30 de junio de 2007

La ideología de la libre competencia nos deja knockout

La ideología del mercado, la competencia, su eficiencia y eficacia, es hegemónica, domina cada aspecto a nuestras vidas, incluso aquellas dimensiones donde quizás nunca debió entrar.
Pero como el agua en una casa mal construída, ha penetrado en todos los rincones, dejándo mucha humedad y moho, y los muros a punto de caer por esa intromisión
¿Cuándo caerán esos muros para que hagamos una casa nueva? No lo podemos predecir, nadie puede, sólo sabemos que niguna construcción es eterna.
La ideología de la libre competencia nos ha dejado knockout, porque ha hecho dos cosas claves que ninguna otra había logrado hacer; primero, dominar totalmente cada aspecto de la vida humana, mercantilizando todo, incluso nuestra biología, nuestra sangre, nuestra muerte. Segundo, ha puesto en las mentes de todos o la mayoría de los incautos, la noción de que son libres, que su acción en el mercado, comprando, o vendiendo su alma, es totalmente libre, racional y sin formas de cooptación o coerción de ningún tipo.
Los ha hecho razonar en forma tan concreta y simple, que sólo aquello que captan físicamente, puede ser objeto de consideración como elemento de coerción.
"El mercado a eliminado la noción psicológica del ser humano, ha eliminado los arquetipos del ser. Ha terminado por alienar definitivamente al individuo, primero de su trabajo, luego de la comunicación y ahora, de su propia consciencia en el espacio-tiempo." (Alienatum; 2007:23).
La libertad, o el espejismo de la libertad se posiciona de forma tan fuerte, que elimina la libertad y la concepción de la libertad.
La idea de libertad se convierte en la negación de ésta, que entonces arremete contra todo discurso o acción social que vaya contra esta no-libertad.

lunes, 4 de junio de 2007

Las contradicciones de discurso del stato quo

Los sectores "conservadores", o mejor dicho defensores del stato quo -algunos partidos políticos, algunas iglesias, algunos colegios profesionales- tienen un discurso que claramente es dual.
La primera dimensión de este tiene relación con la preservación de los privilegios relacionados con la propiedad, y de los cuales se deriva el poder económico, adquisitivo, y finalmente político. Quienes tienen el poder económico, definen el carácter del poder político.
Los instrumentos para proteger el poder político -y por ende el económico- son la democracia, la estabilidad, el orden social, la institucionalidad, la alternancia y la seguridad...de las inversiones, no la social.
Para sedimentar esta dimensión discursiva, apelan al concepto de libertad, económica, empresarial, de expresión. El Estado, debe ser reducido al máximo, ya sea en base al despido de funcionarios, o a la reducción de sus atribuciones. Esto lo disfrazan con lo que llaman la modernización del Estado.
En esta dimensión, son utiles las coaliciones de centro-izquierda que se muestran más cercanas a intereses populares. Esta es la mejor forma de camuflar la dominación simbólica y material de las elites oligárquicas.
La segunda dimensión, no liberal, apunta al control moral de los sujetos, mediante el discurso ético y religioso, pero que en definitiva busca reducir a los individuos, atomizarlos, para asegurar el control material de las cosas, el poder económico.
En esta dimensión, también se establece la no libertad política, controlada mediante una estructura legal no inclusiva, puesto que cualquier manifestación que proponga cambiar el sistema electoral, terminar con las coaliciones duopólicas, o permitir la entrada de nuevos actores al juego político, es expresada como amenaza al sistema, a la estabilidad, al orden.
Así, se ejecutan una serie de discursos de orden inquisidor, que apelan a la religiosidad de los individuos, para ejercer coerción psicológica y mental sobre ellos, al modo de la Edad Media. Lo que importa es la preservación del poder...económico, político, a través de la moral de los individuos.

jueves, 24 de mayo de 2007

Sin palabras concretas, no hay resultados, no hay un rumbo

La esperada cuenta pública a la nación de nuestra presidenta Michele Bachelet fué de nuevo un concierto de buenas intenciones expresadas- como siempre - en forma ambigua, en la que pudimos -una vez más- oir muchas palabras pero no un mensaje.
Cada vez que pienso que este gobierno ha tocado fondo y que no es posible hacer peor las cosas, aparece reluciente nuestra presidenta a demostrarme lo contrario, y veo que sí, efectivamente es posible hacer las cosas aún peor y que se puede confundir aún más a la ciudadanía con el lenguaje.
Le he dicho a todos mis ministros que apuren el tranco", "He dado intrucciones para que se avance mas rápido", "este gobierno va a redoblar los esfuerzos"....... expresiones por el estilo son sólo algunas de las formas de expresión a las que nuestra inexperta presidenta nos tiene acostumbrados.
Todavía alucino cuando me imagino a la Presidenta diciéndole a los ministros cosas como estas. ¿Qué cara pondrán? ¿Entenderán lo que les quieren decir? ¿Apurar el tranco? ¿Qué significa eso?
¿Significará que deben hacer las cosas mas rápido? pero, ¿qué cosas? redoblar los esfuerzos........ahhhh o sea, habrá que levantarse más temprano quizás, o quizás quiso decir que algunas cosas las debo hacer de manera mas eficiente, pero, ¿Cuáles?
Razonamientos como esos no me extranaría que pasaran por la cabeza de los ministros.
O sea, no quedó clara la orden, por lo tanto las acciones serán igual de inconclusas.
Al no tener claridad en los objetivos se producen situaciones cómo estas.
Si nuestra presidenta supiera que rumbo le quiere dar al país, sabría exactamente y con detalle qué ordenes específicas debe dar a sus ministros o colaboradores y no dejando a la suerte el entendimiento, y posterior cumplimiento de ordenes que no se sabe exactamente cuáles son.
Así no es de extrañar que muchas veces, los funcionarios de gobierno se contradigan unos con otros, o que simplemente las cosas queden sin hacer o en el aire.
Cuando comparo el cómo se discute de temas especificos y veo la claridad de los argumentos cuando los parlamentarios o ministros debaten sobre diversos temas en los parlamentos de los países desarrollados y los comparo con la pobreza legislativa y la falta de ideas para garantizar soluciones por parte de la administración de nuestro país, es realmente para quedar con una buena dosis de depresión.
Sin embargo, el ver cómo se resuelven los problemas en países desarrollados (grupo al que irrisoriamente Chile pretende entrar con nuestra actual estructura legislativa) sirve al menos para ver cuánto nos falta y también para hacer un pequeñoo catastro de dónde estamos y qué deberíamos hacer para poder avanzar y ser en un futuro, quizás no tan inmensamente lejano, un país ordenado y serio.
Lo primero que en Chile debe plantearse es el qué estructura de país queremos tener. Queremos seguir siendo uno de los países con una de las economías mas neocapitalistas que existen en el mundo, o ¿queremos combinar como lo hacen los países europeos, el crecimiento económico con la seguridad social, o sea convertirnos en una economía social de mercado?
¿Cuáles son los Items en los cuales el Estado debe tener un rol preponderante y en cuales no, o no tanto?
¿En qué medida debe influenciar el Estado el funcionamiento de estos diferentes Items?
Chile no tendría estos problemas actuales como el Transantiago, si estuviera claro exactamente que rol y qué nivel de influencia debe tener el Estado en este tema específico; que por lo demás en todos los países desarrollados es estatal y produce una pérdida específica ya que es imposible financiar un sistema efectivo y de calidad de transporte sólo con lo que pagan los usuarios, pues, al igual que las carreteras, sólo algunas vías o recorridos son comercialmente autofinanciables y el resto de los recorridos no lo son, sin embargo deben existir de todas maneras, ya que la gente necesita desplazarse.
¿Debe ser el objetivo comercial de Chile el convertirse en potencia alimenticia?
¿Es esta la mejor opción que tiene el país para aprovechar sus ventajas estratégicas?
¿No nos iría quizás mejor si nos planteásemos expandir nuestra industria, invertir fuerte en investigación y tecnología para así hacer de Chile un país que produzca productos de alto valor? En ese escenario, deberíamos cambiar nuestra política monetaria
¿En qué grado?.............................En fin son muchas las interrogantes aún abiertas que tienen que ver con la dirección que tiene que tomar nuestro país.
Para llegar a las mejores conclusiones, tendría que tener lugar un dialogo abierto con todos los sectores del país, es decir, empresarial, sindicatos, organizaciones sociales, étnicas, etc. en dónde se hablase sinceramente con todos los sectores del país cómo repercutirían ,en su sector y en el conjunto, la toma de uno u otro rumbo en los casos hipotéticos.
Se hace urgente así mismo en Chile, la creación de un ente fiscalizador y vigilante que sea independiente del gobierno y que esté constantemente fiscalizando en qué son gastados los dineros y detecte a tiempo los posibles focos de corrupción.
Lamentablemente todo esto no va a ser posible por ahora, pues la presidenta lógicamente, al no tener idea de nada, optó por el camino más fácil que es el de simplemete abrir la billetera y prometer más plata para todo, sin cerciorarse(algo que las personas sólo hacen cuando tratan con platas ajenas) ¿cómo sería prudente garantizar que estos dineros vayan a llegar a dónde tienen que llegar, y no que estas platas tomen atajos a bolsillos privados de personas que están en el gobierno o se utilicen para financiar a los partidos de la Concertación?
No va a ser posible nunca saberlo(si estos dineros llegan a destino o no), pues no existen los organismos fiscalizadores para ello, ni las estructuras que permitan detectar a tiempo el desvío de fondos estatales antes de que el dano esté hecho.
Esperemos que esta cuenta al país del 21 de Mayo no haya significado simplemente la apertura de más sacos sin fondos como el Transantiago, EFE y otros casos por el estilo. Eso sólo el tiempo lo dirá.

lunes, 21 de mayo de 2007

Modelo Económico Chileno: un cuestionamiento necesario

Me permitiré esbozar algunas ideas respecto del tema que hace unos años se viene tocando continuamente, principalmente por parte de connotados políticos y economistas.
Y es que a raíz de un artículo que publiqué en Internet hace un par de años, titulado “La Corrupción del ethos Capitalista”, nació la inquietud por intentar develar lo oculto tras el velo de la ignorancia instrumentalizado por ciertos sectores de la prensa “no especializada” en Chile.
Como es sabido por los estudiantes de Economía, en toda escuela de Economía y Negocios, es ineludible el estudio del economista y filósofo escocés Adam Smith, quien es considerado el padre de la economía moderna.
La mayoría de los estudiantes suele creer que la primera y mas grande obra de este connotado pensador europeo fue “An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations”, traducido al español como “La Riqueza de las Naciones”, el cual fue editado en 1776, y del que se extrae fuera de contexto la siguiente frase: "…no es de la benevolencia del carnicero, cervecero o panadero de donde obtendremos nuestra cena, sino de su preocupación por sus propios intereses …que proviene de nuestra propensión a intercambiar una cosa por otra ”.
De dicha afamada frase los eruditos en teoría económica dedujeron que el egoísmo era el motor de toda economía basada en el capital dejando absolutamente de lado el altruismo, factor positivo propio de todo ser humano.
Por lo visto, son pocos los que saben que Adam Smith antes de escribir “La Riqueza de las Naciones” editó en 1959 un libro con gran sustancia filosófica, titulado “The Theory of Moral Sentiments” (traducido al español como “La teoría de los Sentimientos Morales”), en la cual podemos leer una frase mucho mejor que la anterior, donde señala que: "…por muy egoísta que se suponga a las personas, hay algo en su naturaleza que los insta a preocuparse por la ventura y felicidad de los demás, no obteniendo de ello otro beneficio más que el placer de observarlas".
Por otro lado, el mismo Aristóteles en su escrito “Etica a Nicómaco”, donde el filósofo griego da cuenta que no es otra cosa que el bien común lo que finalmente mueve al ser humano en su devenir histórico en el mundo.
Dado lo anterior es inevitable que venga a mi mente la obra de los chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela, quienes dejan entrever en sus textos que el ser humano es altruistamente egoísta y egoístamente altruista.
A su vez, y tal como afirmó Adam Smith en sus textos clásicos, la economía de mercado no es sólo un asunto de intercambio, sino que también incorpora la producción, la creación de instituciones que hacen posible y duradero el intercambio. Esto requiere una confianza mutua, es decir, que si alguien me promete algo yo pueda creérmelo.
En tal sentido, ¿Qué ha sucedido con las promesas de que continuas alzas en las tasas de crecimiento económico erradicarían la pobreza, nivelarían los estándares educacionales promedio y permitirían a países en desarrollo como el nuestro alcanzar el nivel de vida de países como Dinamarca, Finlandia o Suecia?
De esta manera, la economía capitalista actual no sólo debería florecer a partir del afán de lucro sino que también a partir del beneficio colectivo.
En tal dirección, la sociedad post-capitalista que se comienza a vislumbrar prosperaría ya no en torno al lucro sino que en base al ethos social, o sea a la ética y el sentido moral que las personas involucradas posean, que incluye también el orgullo en la calidad de la producción, orgullo que se siente por la capacidad de realizar lo que se ha prometido; producir sin engañar a la contraparte en ninguna etapa de dicho proceso de intercambio, sin generar externalidades negativas que terminen por dañar la integridad de terceras personas.
En definitiva, ¿Será posible que un nuevo consenso social se lleve a efecto en nuestro país para concretar el giro socio-cultural necesario como para poder “desalojar” al principio económico utilitarista de nuestras vidas y poner en su lugar el desarrollo humano solidario?
Colaborador

miércoles, 16 de mayo de 2007

Si el sistema no te acoje...aprende por qué

¿Por qué, considerando las condiciones actuales de vida, trabajo, de muchas personas, nadie se rebela?
Las condiciones de trabajo han sufrido cambios drásticos en los últimos 25 años en Chile y en todo el continente.
La flexibilidad laboral se hace común en todos los empleos, y entonces tenemos gente que no sólo es contratada part time para pagarles menos del mínimo, sino que otros, son contratados sólo por 5 meses, para así, nunca hacerles un contrato de 6 y en definitiva evitar el anual indefinido -evitando pagar por años de servicio en caso de despido-.
Entonces, esos trabajadores, esos empleados, no comen, no viven, no existen en enero y febrero para sus contratantes.
Pero el discurso imperante trata de inculcarnos que el Mercado es eficiente, que la flexibilidad es beneficiosa...la panacea de la explotación, el capitalismo sin trabajo.
Se nos dice que hay más gente con empleo, pero no se dice con qué sueldos, cuánto ganan, con qué horarios. La explotación se hace solapada, legitimada.
No hay empleo, y se condiciona a los individuos, a querer más, a necesitar más, a endeudarse, sin importar cuánto.
El ciudadano, ya no es tal, sino consumidor.
El sistema desecha sus fallas, y entonces se condena al deudor, se le impide encontrar trabajos, se le ficha como criminal en DICOM, y la banca infringe la ley, usando información prohibida ¿Quiénes son los delincuentes?
La nueva contradicción: estas empleado, ganas miserias, pero debes consumir, obligado, comprometerte con los especuladores, disfrazados de AFP, de Isapres.
El nuevo régimen de explotación comienza con el desempleo, que acaba con el orgullo, la autovaloración, entonces, el hombre se aliena de sí.
Entonces, el ser humano acepta todo, cualquier sueldo, un mal contrato, un sin contrato, cualquier horario, porque cree que su trabajo es nada, le han hecho creer que su trabajo es nada, que no vale, porque él es remplazable.
Comité Acción Civil Política

miércoles, 18 de abril de 2007

Lo que no se dice de Venezuela

La República Bolivariana de Venezuela hace ya casi una década se decidió a iniciar un nuevo camino. La desligitimación de la clase Política clásica Venezolana había alcanzado su punto cúlmine y había alcanzado un rechazo casi total de la población.
En Caracas por ejemplo, quien por la noche se detuviese en un semáforo en rojo, arriesgaba un casi seguro asalto. La insensibilidad social del entonces presidente Andrés Pérez fue la gota que revalsó el vaso y el pueblo dijo basta.
Todos coincidían entonces en que todo debía cambiar. Incluso la actual oposición Venezolana respaldó en ese entonces a Chávez. Se pensó por aquellos días en que este cambio representaba sólamente un cambio de estilo de conducción en el país, pero nunca algo más allá.
La actual oposición Venezolana, vio en un principio con buenos ojos a Chávez, pues el representaba la figura de un presidente fuerte, que le daría de nuevo gobernabilidad al país debido a su gran popularidad y con ello un mejor clima económico para las grandes multinacionales que habían operado toda la vida en el país. Pero se equivocaron.
Se equivocaron en el sentido de que no llegó al poder una persona sin personalidad, típico monigote político como era lo que ellos esperaban. A la actual oposición Venezolana le salió el tiro por la culata. El que debía ser simplemente un presidente más, que a lo sumo ordenara el clima para los negocios y después se marchara, se transformó ante su horrorizada mirada, en un ser con ideas y proyectos propios que sí cumplió con lo que el pueblo(ahora la mayoría, ya no todo el pueblo) le estaba pidiendo.
Se podría resumir así en gruesas palabras el inicio del cambio en Venezuela. Cambio radical, que en magnitudes como esa, en Latinoamérica fue siempre acompañado por golpes de estado derechistas.
Si bien en Venezuela también hubo un intento de golpe de estado, éste fué rápidamente aplacado por Chávez, pués el mismo fue militar y si hay algo que maneja bien es el ejército, ente clave en cualquier cambio profundo que se lleve a cabo en cualquier nación.
Hoy a casi una década de todo aquello, se puede ver con un poco más de claridad lo que en Venezuela a ocurrido desde el inicio del cambio.
Y he aquí el gran punto de discordancia entre los medios de comunicación.
Según el medio, es cómo viene la noticia.
En Chile, la mayoría de los medios disfrazan sus opiniones parciales con artículos que quisieran dar la impresión de ser técnicamente e imparcialmente analíticos pero no.
Nadie habla del espectacular crecimiento económico de Venezuela bajo el gobierno de Chavez (Un 10% promedio) que ya se lo quisiera Chile, que sus planes de alfabetización han sacado aplauzos de organizaciones no-gubernamentales internacionales, que su combate al desempleo y el hambre ha sido muy exitoso (todo esto abalado por cifras de organismos internacionales, lo que por supuesto nunca es mostrado en ningún diario "tradicional" chileno).
Nadie dice que sus planes de integración internacional como la operación milagro por Venezuela para Sudamérica y Cuba para Centroamérica y el Caribe fueron un exito sin precedente y que fue calificado por algunos presidentes caribeños como el acto de humanidad más grande que se haya visto en la historia moderna.
He tenido la oportunidad de conocer al cónsul de Venezuela en Frankfurt y he podido ver la parte que no se muestra. La he visto no sólo a través de el cónsul, sino que también me ha sido mostrado mucho de esto por gente que ha estado en Venezuela.
En resumen, Chavez hace algo muy básico y efectivo a la vez: reduce las trabas burocráticas en la implementación de proyectos aprovechando el inmenso capital humano de su país y los países que lo apoyan, eliminando así los costos extras que el mercado impone por concepto de valores y costos, reduciendo así al máximo los costos de implementación.
Es así por ejemplo, como Cuba, que es un país como todos sabemos pequeno, y bloqueado por Estados Unidos, pudo darse el lujo de atender y operar gratuitamente de cataratas a todas las personas de Centroamérica y el caribe que lo solicitaron. Los países Centroaméricanos y Caribenos colocaron el avión, Venezuela el petróleo para el avión y Cuba sus médicos y enfermeras además del alojamiento.
Fue así que no habiendo intercambio de dinero(costos de pasajes de avión, costos de atención hospitalaria,etc) países con ingresos muy modestos pudieron hacer una acción que ningún país desarrollado podría financiar en su territorio.
Sí es cierto, cosas malas las hay también en Cuba y Venezuela y muchas, se puede también estar en acuerdo o desacuerdo de los diferentes estilos de conducción, pero lo que es indudable es que estos países muestran es que se pueden hacer las cosas de una manera diferente sin producir la gran debacle, que lamentablemente casi todos los medios de nuestro país nos quieren hacer creer que existe en Venezuela y Cuba.
Sin ir más lejos, Venezuela ofrece su petróleo a Chile (que tanta falta nos hace por lo demás) a un precio solidario, muy inferior al precio de el crudo en Texas y el petroleo Noruego que Chile compra, pero Chile no le compra, como es la lógica económica, a la mejor oferta, sino que a una mas cara, sólo para no tener roces con Estados Unidos.
Resulta que esa plata que Chile paga de más en Texas, la financia la población, y nadie nos va a devolver ese dinero botado a la basura, mucho menos Estados Unidos. Entonces no son aquí Venezuela ni Chávez los equivocados.
Las conclusiones son obvias.
Nuestra prensa local trata de mostrar a los líderes que no se adaptan a su modelo de intereses como chabacanos y locos, queriendo dar la idea de que eso es algo a lo que nosostros nunca deberíamos llegar, pues somos un país serio. Pero la realidad dice otra cosa, y Chile dista mucho de ser un país serio, al menos como un país europeo como nuestra prensa criolla tan gustosa quiere dar la impresión que Chile es.
El Transantiago es sólo uno de los cientos de ejemplos que se pueden dar, para mostrar que nuestro país no es serio. Entonces ¿Por qué no nos sentamos a analizar objetivamente lo que está ocurriendo en Latinoamérica y en vez de restarnos, nos sumamos en lo que podamos, para por ejemplo crear una moneda única sudaméricana que haga más uniforme, menos entrabado el comercio interno en Latinoamérica y a la vez haga mas competitivas nuestras exportaciones?
Si revisamos los modelos sociales europeos, en ellos el Estado dicta la política educacional, la ejecuta y la supervisa, y funciona.
No sale nadie diciendo que esto es un retroceso al "Socialismo"(como si el verdadero Socialismo fuese un retroceso) ni escandalizándose. En Alemania se sube el IVA de un 16 a un 19% de un cuajo y no sale ningún empresario llorando en la tele ni diciendo que el país se viene abajo, ni amenazando con despidos como en Chile. Al contrario, el país ahora (Alemania) se endeuda menos, por lo tanto el clima económico es mejor y el desempleo disminuyó.
¿Y quién va a salir diciendo que estos países son arcaicos o Stalinistas?
Pero si Chávez lo hiciera, estaría nuestra prensa mostrándolo, como siempre, en forma que se exprese la idea de "miren lo que se le ocurrió a este demente ahora".
Personalmente tengo como todos, críticas positivas y negativas hacia la forma cómo Chavez lleva Venezuela, pero trato de analizar el fenómeno en su totalidad.
El argumento al que tanto hecha mano el ex presidente Lagos de que Chávez es sólo un populista con una chequera larga, es el típico intento desacreditador a personas que hacen cosas que el mismo no podría hacer, porque esa chequera estuvo siempre en Venezuela y nunca se hizo ni se pudo hacer nada porque antes estaba sin fondos ya que se los robaban al extranjero(como a nosotros el Cobre, por eso nuestra chequera es modesta).
Chavez la recuperó para Venezuela y la está utilizando en proyectos que no favorecen a las multinacionales sino mas bien a las Pymes Venezolanas, que como en Chile, son las que más empleo dan.
Por eso el ex presidente Ricardo Lagos no tiene otro recurso que tratar de desacreditarlo, pues él no tuvo ni jamás tendría los pantalones para recuperar la Chequera para el país como lo hizo Chavez.
Es por eso que los invito a mirar con desconfianza los artículos de la prensa nacional con respecto a Venezuela, porque la mayor parte de la verdad está en lo que no se vé de Venezuela.

viernes, 13 de abril de 2007

Chile, la política y sus actores

La falta de una visión país a futuro, del planteamiento de qué tipo de sociedad es la idónea para nuestro país y la ineficacia técnica y muchas veces ética también por parte de nuestros actores políticos en las materias que se legislan, han convertido a la política Chilena en una ensaladera de voces discordantes, chillonas y desorientadas que tienen su lugar de reunión en el Congreso nacional de nuestro querido país.
Constantes contradicciones en los planteamientos, vacios legales en la mayoría de las leyes, e instituciones que se ven sobrepasadas por los hechos, son las formas en las que se hacen presente en la vida del ciudadano común esta ineficacia e ineptitud organizativa y legislativa de nuestro país.
Ejemplos los hay por doquier y se puede hechar mano a cualquiera de ellos para dar ejemplos y los hay en las más diversas áreas del ámbito nacional. El Transantiago, el puente de Chiloé (que nunca se construyó), la extensión de la jornada escolar, los cobradores automáticos de las micros, etc, son ejemplos que ya se los quisieran las oposiciones políticas en los países europeos, para tener materia en bandeja para sacar volando a gobiernos ineficientes.
En Chile en cambio eso no ocurre, ¿Por qué? Bueno, respuestas pueden haber muchas y especular es siempre permitido cuando no hay factores claros que puedan determinar un rumbo claro de investigación para dar con la verdad. Pero un hecho indesmentible, y es que en Chile, desde que se volvió a la democracia, tenemos dos coaliciones en condiciones legales (a las otras se les excluyó sencillamente del sistema democrático) de legislar, y en ellas entonces se deriva automáticamente la responsabilidad de todas las imperfecciones e inconvenientes que han generado las falencias técnicas del trabajo legislativo. Intencional o no, el hecho está ahí, y repercute directamente en la población.
Los dramas de vida son cotidianos y están a la vista de todos nosotros. A diario en la prensa aparecen casos dramáticos de personas abandonadas a su propia suerte en el país, sufriendo porque no pueden pagar el tratamiento de un familiar discapacitado, porque el padre de la familia quedó sin trabajo y con ello la familia en la más absoluta indefección, o porque simplemente en el lugar donde habitan ya no es posible vivir sin arriesgar al menos un asalto cuando se sale a la calle.
Todos estos dramas, que son mostrados como algo trivial y entendidos como las reglas de la vida o simplemente la mala suerte divina, son los casos diarios donde se refleja la ineptitud legislativa de poner atajo a estas situaciones que se arrastran y seguirán arrastrando por mucho tiempo más.
Es claro que para solucionar tantas tareas se requiere tiempo. Pero no sólo el tiempo es requerido. Lo es también un équipo de personas capaces y honestas que se pongan realmente al servicio de un país y entiendan de que la política se subordina ante los intereses comunes de los ciudadanos y no al revés.
Chile no cumple con su ciudadanía, o mejor dicho el poder legislativo no cumple con su ciudadanía. No le cumple, porque en Chile no se garantizan los tres derechos primordiales de todo ciudadano, que son el derecho a una educación de calidad que garantice una inserción social efectiva no sólo al mundo laboral sino que a todo el ámbito social, una vivienda y condiciones materiales mínimas dignas que permitan llevar una vida saludable, tanto física como mentalmente, y garantizar un futuro digno a todos sus ciudadanos.
No es de extrañarse entonces que más de un millón de chilenos y chilenas en condiciones de votar (en su mayoría jóvenes) renuncien a su derecho de hacerlo por considerar que no vale ni siquiera la pena hacer la cola para ello, para votar por algún candidato que no los representa y que además garantiza otro período de ineptitudes legislativas. Para darle más desgane al asunto, ni siquiera sirve votar nulo o blanco, pues estos votos se agregan al candidato que haya obtenido la mayoría.
Es por esto que Chile necesita nuevos actores, no de la Alianza ni de la Concertación, pues ambas no han podido en más de 17 años lograr que todos los ciudadanos de este país gozen de sus derechos primordiales o fundamentales(ya mencionados), sino que han logrado una minoría privilegiada, que no es representativa de lo que es el amplio abanico cultural y social de nuestro país, y que normalmente se inclina y orienta a la burda imitación de estilos de vida y valores foráneos, sin desarrollar con ello un sello cultural propio y por lo tanto escaso sentimiento de arraigo a lo local.
Por otra parte las clases no priviligiadas, o sea la mayoría (clase media y baja) no puede desarrollar tampoco sentimientos profundos de arraigo a lo que es nuestra organización país, pues constantemente se ven desfavorecidos por esta misma, y a lo sumo se identifican sólo con los símbolos y emblemas patrios, respondiendo a su necesidad de identificación y pertenencia a una sociedad, pero no por un sentimiento de satisfacción de las condiciones que le son brindadas.
Por eso te decimos, a tí joven o no tan joven ya quizás, que nos unamos,que la unión hace la fuerza, que colabores con ideas y proyectos, si de verdad quieres comenzar el camino de devolver a este país las esperanzas de una sociedad justa sin dramas humanos por doquier, en donde Chile se pueda lanzar al desarrollo con sonrisas y no con dientes apretados por las desigualdades internas, como en Estados Unidos.
El soñar está aún permitido, sin olvidar que las grandes tareas y proyectos que hoy se llevan a cabo, alguna vez también fueron un sueño. Si estás en esa sintonía, aquí en este blog tendrás siempre un espacio y serás !bienvenido!