jueves, 24 de mayo de 2007

Sin palabras concretas, no hay resultados, no hay un rumbo

La esperada cuenta pública a la nación de nuestra presidenta Michele Bachelet fué de nuevo un concierto de buenas intenciones expresadas- como siempre - en forma ambigua, en la que pudimos -una vez más- oir muchas palabras pero no un mensaje.
Cada vez que pienso que este gobierno ha tocado fondo y que no es posible hacer peor las cosas, aparece reluciente nuestra presidenta a demostrarme lo contrario, y veo que sí, efectivamente es posible hacer las cosas aún peor y que se puede confundir aún más a la ciudadanía con el lenguaje.
Le he dicho a todos mis ministros que apuren el tranco", "He dado intrucciones para que se avance mas rápido", "este gobierno va a redoblar los esfuerzos"....... expresiones por el estilo son sólo algunas de las formas de expresión a las que nuestra inexperta presidenta nos tiene acostumbrados.
Todavía alucino cuando me imagino a la Presidenta diciéndole a los ministros cosas como estas. ¿Qué cara pondrán? ¿Entenderán lo que les quieren decir? ¿Apurar el tranco? ¿Qué significa eso?
¿Significará que deben hacer las cosas mas rápido? pero, ¿qué cosas? redoblar los esfuerzos........ahhhh o sea, habrá que levantarse más temprano quizás, o quizás quiso decir que algunas cosas las debo hacer de manera mas eficiente, pero, ¿Cuáles?
Razonamientos como esos no me extranaría que pasaran por la cabeza de los ministros.
O sea, no quedó clara la orden, por lo tanto las acciones serán igual de inconclusas.
Al no tener claridad en los objetivos se producen situaciones cómo estas.
Si nuestra presidenta supiera que rumbo le quiere dar al país, sabría exactamente y con detalle qué ordenes específicas debe dar a sus ministros o colaboradores y no dejando a la suerte el entendimiento, y posterior cumplimiento de ordenes que no se sabe exactamente cuáles son.
Así no es de extrañar que muchas veces, los funcionarios de gobierno se contradigan unos con otros, o que simplemente las cosas queden sin hacer o en el aire.
Cuando comparo el cómo se discute de temas especificos y veo la claridad de los argumentos cuando los parlamentarios o ministros debaten sobre diversos temas en los parlamentos de los países desarrollados y los comparo con la pobreza legislativa y la falta de ideas para garantizar soluciones por parte de la administración de nuestro país, es realmente para quedar con una buena dosis de depresión.
Sin embargo, el ver cómo se resuelven los problemas en países desarrollados (grupo al que irrisoriamente Chile pretende entrar con nuestra actual estructura legislativa) sirve al menos para ver cuánto nos falta y también para hacer un pequeñoo catastro de dónde estamos y qué deberíamos hacer para poder avanzar y ser en un futuro, quizás no tan inmensamente lejano, un país ordenado y serio.
Lo primero que en Chile debe plantearse es el qué estructura de país queremos tener. Queremos seguir siendo uno de los países con una de las economías mas neocapitalistas que existen en el mundo, o ¿queremos combinar como lo hacen los países europeos, el crecimiento económico con la seguridad social, o sea convertirnos en una economía social de mercado?
¿Cuáles son los Items en los cuales el Estado debe tener un rol preponderante y en cuales no, o no tanto?
¿En qué medida debe influenciar el Estado el funcionamiento de estos diferentes Items?
Chile no tendría estos problemas actuales como el Transantiago, si estuviera claro exactamente que rol y qué nivel de influencia debe tener el Estado en este tema específico; que por lo demás en todos los países desarrollados es estatal y produce una pérdida específica ya que es imposible financiar un sistema efectivo y de calidad de transporte sólo con lo que pagan los usuarios, pues, al igual que las carreteras, sólo algunas vías o recorridos son comercialmente autofinanciables y el resto de los recorridos no lo son, sin embargo deben existir de todas maneras, ya que la gente necesita desplazarse.
¿Debe ser el objetivo comercial de Chile el convertirse en potencia alimenticia?
¿Es esta la mejor opción que tiene el país para aprovechar sus ventajas estratégicas?
¿No nos iría quizás mejor si nos planteásemos expandir nuestra industria, invertir fuerte en investigación y tecnología para así hacer de Chile un país que produzca productos de alto valor? En ese escenario, deberíamos cambiar nuestra política monetaria
¿En qué grado?.............................En fin son muchas las interrogantes aún abiertas que tienen que ver con la dirección que tiene que tomar nuestro país.
Para llegar a las mejores conclusiones, tendría que tener lugar un dialogo abierto con todos los sectores del país, es decir, empresarial, sindicatos, organizaciones sociales, étnicas, etc. en dónde se hablase sinceramente con todos los sectores del país cómo repercutirían ,en su sector y en el conjunto, la toma de uno u otro rumbo en los casos hipotéticos.
Se hace urgente así mismo en Chile, la creación de un ente fiscalizador y vigilante que sea independiente del gobierno y que esté constantemente fiscalizando en qué son gastados los dineros y detecte a tiempo los posibles focos de corrupción.
Lamentablemente todo esto no va a ser posible por ahora, pues la presidenta lógicamente, al no tener idea de nada, optó por el camino más fácil que es el de simplemete abrir la billetera y prometer más plata para todo, sin cerciorarse(algo que las personas sólo hacen cuando tratan con platas ajenas) ¿cómo sería prudente garantizar que estos dineros vayan a llegar a dónde tienen que llegar, y no que estas platas tomen atajos a bolsillos privados de personas que están en el gobierno o se utilicen para financiar a los partidos de la Concertación?
No va a ser posible nunca saberlo(si estos dineros llegan a destino o no), pues no existen los organismos fiscalizadores para ello, ni las estructuras que permitan detectar a tiempo el desvío de fondos estatales antes de que el dano esté hecho.
Esperemos que esta cuenta al país del 21 de Mayo no haya significado simplemente la apertura de más sacos sin fondos como el Transantiago, EFE y otros casos por el estilo. Eso sólo el tiempo lo dirá.

lunes, 21 de mayo de 2007

Modelo Económico Chileno: un cuestionamiento necesario

Me permitiré esbozar algunas ideas respecto del tema que hace unos años se viene tocando continuamente, principalmente por parte de connotados políticos y economistas.
Y es que a raíz de un artículo que publiqué en Internet hace un par de años, titulado “La Corrupción del ethos Capitalista”, nació la inquietud por intentar develar lo oculto tras el velo de la ignorancia instrumentalizado por ciertos sectores de la prensa “no especializada” en Chile.
Como es sabido por los estudiantes de Economía, en toda escuela de Economía y Negocios, es ineludible el estudio del economista y filósofo escocés Adam Smith, quien es considerado el padre de la economía moderna.
La mayoría de los estudiantes suele creer que la primera y mas grande obra de este connotado pensador europeo fue “An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations”, traducido al español como “La Riqueza de las Naciones”, el cual fue editado en 1776, y del que se extrae fuera de contexto la siguiente frase: "…no es de la benevolencia del carnicero, cervecero o panadero de donde obtendremos nuestra cena, sino de su preocupación por sus propios intereses …que proviene de nuestra propensión a intercambiar una cosa por otra ”.
De dicha afamada frase los eruditos en teoría económica dedujeron que el egoísmo era el motor de toda economía basada en el capital dejando absolutamente de lado el altruismo, factor positivo propio de todo ser humano.
Por lo visto, son pocos los que saben que Adam Smith antes de escribir “La Riqueza de las Naciones” editó en 1959 un libro con gran sustancia filosófica, titulado “The Theory of Moral Sentiments” (traducido al español como “La teoría de los Sentimientos Morales”), en la cual podemos leer una frase mucho mejor que la anterior, donde señala que: "…por muy egoísta que se suponga a las personas, hay algo en su naturaleza que los insta a preocuparse por la ventura y felicidad de los demás, no obteniendo de ello otro beneficio más que el placer de observarlas".
Por otro lado, el mismo Aristóteles en su escrito “Etica a Nicómaco”, donde el filósofo griego da cuenta que no es otra cosa que el bien común lo que finalmente mueve al ser humano en su devenir histórico en el mundo.
Dado lo anterior es inevitable que venga a mi mente la obra de los chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela, quienes dejan entrever en sus textos que el ser humano es altruistamente egoísta y egoístamente altruista.
A su vez, y tal como afirmó Adam Smith en sus textos clásicos, la economía de mercado no es sólo un asunto de intercambio, sino que también incorpora la producción, la creación de instituciones que hacen posible y duradero el intercambio. Esto requiere una confianza mutua, es decir, que si alguien me promete algo yo pueda creérmelo.
En tal sentido, ¿Qué ha sucedido con las promesas de que continuas alzas en las tasas de crecimiento económico erradicarían la pobreza, nivelarían los estándares educacionales promedio y permitirían a países en desarrollo como el nuestro alcanzar el nivel de vida de países como Dinamarca, Finlandia o Suecia?
De esta manera, la economía capitalista actual no sólo debería florecer a partir del afán de lucro sino que también a partir del beneficio colectivo.
En tal dirección, la sociedad post-capitalista que se comienza a vislumbrar prosperaría ya no en torno al lucro sino que en base al ethos social, o sea a la ética y el sentido moral que las personas involucradas posean, que incluye también el orgullo en la calidad de la producción, orgullo que se siente por la capacidad de realizar lo que se ha prometido; producir sin engañar a la contraparte en ninguna etapa de dicho proceso de intercambio, sin generar externalidades negativas que terminen por dañar la integridad de terceras personas.
En definitiva, ¿Será posible que un nuevo consenso social se lleve a efecto en nuestro país para concretar el giro socio-cultural necesario como para poder “desalojar” al principio económico utilitarista de nuestras vidas y poner en su lugar el desarrollo humano solidario?
Colaborador

miércoles, 16 de mayo de 2007

Si el sistema no te acoje...aprende por qué

¿Por qué, considerando las condiciones actuales de vida, trabajo, de muchas personas, nadie se rebela?
Las condiciones de trabajo han sufrido cambios drásticos en los últimos 25 años en Chile y en todo el continente.
La flexibilidad laboral se hace común en todos los empleos, y entonces tenemos gente que no sólo es contratada part time para pagarles menos del mínimo, sino que otros, son contratados sólo por 5 meses, para así, nunca hacerles un contrato de 6 y en definitiva evitar el anual indefinido -evitando pagar por años de servicio en caso de despido-.
Entonces, esos trabajadores, esos empleados, no comen, no viven, no existen en enero y febrero para sus contratantes.
Pero el discurso imperante trata de inculcarnos que el Mercado es eficiente, que la flexibilidad es beneficiosa...la panacea de la explotación, el capitalismo sin trabajo.
Se nos dice que hay más gente con empleo, pero no se dice con qué sueldos, cuánto ganan, con qué horarios. La explotación se hace solapada, legitimada.
No hay empleo, y se condiciona a los individuos, a querer más, a necesitar más, a endeudarse, sin importar cuánto.
El ciudadano, ya no es tal, sino consumidor.
El sistema desecha sus fallas, y entonces se condena al deudor, se le impide encontrar trabajos, se le ficha como criminal en DICOM, y la banca infringe la ley, usando información prohibida ¿Quiénes son los delincuentes?
La nueva contradicción: estas empleado, ganas miserias, pero debes consumir, obligado, comprometerte con los especuladores, disfrazados de AFP, de Isapres.
El nuevo régimen de explotación comienza con el desempleo, que acaba con el orgullo, la autovaloración, entonces, el hombre se aliena de sí.
Entonces, el ser humano acepta todo, cualquier sueldo, un mal contrato, un sin contrato, cualquier horario, porque cree que su trabajo es nada, le han hecho creer que su trabajo es nada, que no vale, porque él es remplazable.
Comité Acción Civil Política